Agropecuario
Retos y resumen de políticas y acciones estratégicas

 

Retos
     
Resumen de políticas y acciones estratégicas
   

Retos

    Como resultado del nuevo esquema de mayor apertura comercial, es preciso enfatizar para el Sector Agropecuario en una mayor inversión en ciencia y tecnología.  Ésta debe convertirse en un elemento imprescindible para promover un Sector más competitivo, que le permita aprovechar nichos de mercado más especializados y que contribuya con la seguridad alimentaria (mediante el desarrollo de nuevas variedades de semillas), con la inocuidad, con la sostenibilidad de los recursos naturales, con la rentabilidad en la cadena productiva y con la investigación agroalimentaria. Para ello se requiere pasar de una inversión en investigación y transferencia tecnológica del 0,37% al 1%1/ del PIB.

    Por otro lado, se requiere una integración inteligente a los mercados, como la forma de promover un mayor crecimiento de nuestras exportaciones agropecuarias, no sólo en cuanto a volumen sino que también en condiciones de precios más atractivas y beneficiosas para nuestros productores. Es decir, pasar de una actividad productiva de subsistencia a una de acumulación, generando riqueza y bienestar para la familia.   

En resumen, bajo este nuevo esquema el país se enfrenta a cuatro retos sustantivos:

    A partir de este contexto se debe seguir promoviendo el desarrollo de productos agropecuarios que incorporen un mayor valor agregado, es decir, que fomenten la generación de encadenamientos productivos hacia adelante. Por ejemplo, se puede pasar de una producción de café verde genérico, que representa ingresos de $50 por saco, a una forma de producción que implique mayor ingreso, como el de café verde orgánico, gourmet tostado o café servido en taza, que se calcula representa ingresos por $10.000, tal y como se muestra en el siguiente gráfico:

GRÁFICO 1: VALOR AGREGADO
CAFÉ: INGRESO BRUTO POR 100 LIBRAS
-EN US$-

Fuente: Luis Figueroa y Víctor Umaña. en: "Los retos de la política comercial y de la agricultura en Centroamérica: Elementos para discusión". INCAE, junio, 2002.

    Se requiere profundizar aún más en los esfuerzos que se vienen ejecutando por parte de las instituciones del Sector como de los productores. Algunas de esas iniciativas se refieren al desarrollo de cultivos orgánicos de café y su comercialización como café de marca (que se han traducido en la implementación de acciones tales como: la creación del Programa de Agricultura Orgánica, la ejecución del proyecto de investigación para procesar la pulpa de veinte mil fanegas de café en beneficio de 500 productores que se dedican a esta actividad en el Valle Central Occidental (Alajuela y Heredia) y la creación del Programa de Certificación de Productos Orgánicos1/). Sin embargo, es importante considerar otras oportunidades de vinculación en términos de:

Resumen de políticas y acciones estratégicas

   Para enfrentar estos desafíos, el Plan Nacional de Desarrollo propone llevar a cabo un proceso integral de reconversión productiva del Sector, que involucre el desarrollo pleno de la competitividad en todos los eslabones de la cadena agroproductiva y que implique la promoción de la competitividad en aquellas actividades agropecuarias que generan mayor valor agregado, empleo y seguridad alimentaria, mediante un tratamiento integral con visión de cadena agroproductiva2/.

    Es decir, se trata de un proceso de reconversión productiva que fomenta actividades alternativas rentables, aumenta la eficiencia y el valor agregado de las ya existentes, e invierte en capital humano. Ello significa una inversión de ¢10.000 millones durante el período 2002–2006, que permitirá la ejecución de 100 proyectos, en actividades como: agricultura y riego, comercialización, agroindustria, capacitación, ganadería, acuicultura, entre otros.

    Para promover la reconversión productiva, se plantea un paquete de acciones, entre las que destacan:

    Que involucra, por un lado, la reactivación del Consejo Agropecuario Nacional (CAN), para implementar una serie de mecanismos de coordinación institucional, de conformidad con las prioridades del Sector, y por otro, el ofrecimiento de servicios integrados alrededor de los proyectos en todas sus fases de la cadena agroproductiva, en concordancia con las demandas de las organizaciones campesinas y las pequeñas y medianas empresas agropecuarias, para un mayor impacto en la eficiencia y eficacia de los sistemas productivos. Para ello será necesario fortalecer la desconcentración de funciones y recursos hacia las regiones, apoyar y asesorar en la elaboración de los planes regionales de desarrollo agropecuario para el período 2002-2006 y fortalecer al Instituto de Innovación y Transferencia en Tecnología Agroalimentaria (INTA), mediante un monto presupuestado de ¢2.800 millones en el período 2002-2006.

    Se establecerán 20 proyectos de fincas integrales agropecuarias a nivel nacional, para demostrar, difundir y transferir nuevas tecnologías de manejo. Además, se fomentará la agricultura orgánica y ecoagricultura, por medio de la capacitación de 2.000 productores (en el período) y el desarrollo de 80 proyectos agroecoturísticos, que permitan aprovechar los recursos naturales y culturales existentes en las fincas y comunidades.

    Por otra parte, se propone implementar prácticas de agricultura conservacionista en áreas de cuencas y microcuencas, mediante 80 estudios que se ejecutarán durante el período, orientados a aumentar la productividad, mejorar la cobertura vegetal y la fertilidad, reducir la contaminación y capacitar a 2.000 productores en manejo agrosilvopastoril y sistemas agroforestales, de forma que puedan accesar al pago de servicios ambientales.

    Orientada a los pequeños y medianos productores, para que tengan mayores opciones de desarrollo e implementación de tecnologías apropiadas a las actividades agropecuarias de los productores y a las demandas de los mercados, tomando en cuenta su impacto en la sostenibilidad social, económica y ambiental. Para ello se promoverá el uso de nuevas variedades de semillas, el mejoramiento de la genética del hato nacional (con la inseminación artificial) y el rendimiento por hectárea. Asimismo, se promoverá el desarrollo de prácticas productivas bajo condiciones de ambiente controlado, mediante el cultivo bajo invernadero de un área de 20.000 m2 y la aplicación de sistemas de producción estabulado y semiestabulado por parte de 1.000 productores, garantizándose con ello una mayor rentabilidad de la actividad.

    Para promover la consolidación y aumentar su grado de participación de los productores en la toma de decisiones. Este fortalecimiento significará capacitación en temas de administración y gerencia a 615 organizaciones; en prevención, combate y erradicación de plagas y enfermedades a 2.400 técnicos y productores, y en manejo integrado de plagas a 4.000 productores. También se propone apoyar a los productores nacionales con créditos favorables y garantías mediante los fondos de reconversión productiva y la caja agraria del IDA.

    Se desarrollará la infraestructura de riego y avenamiento con el objetivo de incrementar la productividad y preparar a las unidades agroproductivas para la competitividad, lo cual incluirá la ampliación de la cobertura de riego y avenamiento en 18.540 hectáreas, con una inversión aproximada a los ¢4.000 millones.

    Se promoverá el desarrollo de agroindustrias con posibilidades comerciales en el ámbito nacional e internacional, mediante el asesoramiento a 140 organizaciones de productores en el mejoramiento y la modernización de plantas agroindustriales en las áreas de Ingeniería y Tecnología de Alimentos, Mercadotecnia y Administración de la Producción. En esta temática también se propone el diseño y la instalación de un patio agroindustrial en Piedras Blancas de Osa, con al menos 10 organizaciones de productores integrados que conforman una red de organizaciones empresariales para el año 2004, y la rehabilitación del área de drenaje de proyecto agroindustrial Coto Sur, con el fin de mejorar la productividad de la palma aceitera.

    Por otro lado, en lo referido a la política comercial, se promueve una apertura concertada, gradual y acorde con lo pactado en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 1995, buscando, cuando sea necesario preservar los productos más sensibles, niveles razonables de protección, lograr mayores márgenes de tiempo de ajuste o excluirlos de la negociación. No obstante a los acuerdos de la OMC, no se llegó a desarrollar una estrategia programática y efectiva para enfrentar la competencia. En este sentido, el Sector ha definido una estrategia de inserción de los productos agropecuarios, con participación activa del sector productivo, con visión de corto, mediano y largo plazos, que sirva de horizonte para la toma de decisiones, considere la defensa de los intereses del sector agroexportador, que use los mecanismos que establecen los acuerdos internacionales, la vía diplomática y todos los mecanismos de presión y negociación, para impedir el proteccionismo a ultranza. Esta política se basa tanto en la promoción de los intereses de los productores como de los consumidores en lo que se refiere a calidad, inocuidad, variedad y precios.

    Además, en materia fito y zoosanitaria, se propone fortalecer los entes relacionados con el control y la verificación de los procedimientos sanitarios; procurar la armonización y reglamentación uniforme de las medidas sanitarias en el ámbito regional, estableciendo la cooperación técnica con organismos de protección agropecuaria3/ , regular el comercio de organismos genéticamente modificados y establecer un código de inspección de plantas industriales en el ámbito regional.

    Otro aspecto por considerar en política comercial se refiere al mejoramiento de los procesos de comercialización, tanto para el mercado nacional como para el internacional, mediante el desarrollo de inteligencia de mercados (apoyados en sistemas de información que faciliten la búsqueda de nuevas opciones de nichos de mercado); el fomento de la comercialización y el uso de semillas mejoradas (y otras prácticas de la agricultura moderna); el fortalecimiento en la calidad e inocuidad de los alimentos y el aprovechamiento de la infraestructura logística de la oficina del CNP en Miami para promover la comercialización de productos y la facilidad de comercialización ofrecida por el programa nacional de centros de acopio (en el que se beneficiará a 5.400 productores).

    Respecto a la atención que debe asignarse a los movilizados que surgen de la apertura comercial, se incorporan acciones para incentivar el desarrollo de actividades conexas a la agricultura, como pequeña industria, artesanía, pesca y otras, por medio de la capacitación. El objetivo es abrir nuevas oportunidades o alternativas de empleo para la población rural, con énfasis en mujeres, jóvenes e indígenas. Adicionalmente, se busca promover la creación de iniciativas empresariales con el turismo rural, para lo cual se coordinará con el Instituto Costarricense de Turismo (ICT), mediante el plan de desarrollo turístico, que agrega valor a los recursos naturales y aprovecha la riqueza cultural del medio rural (véase apartado relativo al sector industrial).

    La atención en la juventud rural, como un recurso fundamental de nuestra sociedad para potenciar el desarrollo del medio rural, se transforma en una alternativa para las familias de los productores movilizados. Con tal propósito, se requiere dotar a estos jóvenes de las herramientas educativas, tecnológicas y financieras necesarias para que asuman el papel protagónico en la construcción de mejores niveles de vida. En este sentido, el Sector propondrá una política pública de apoyo al desarrollo empresarial de los jóvenes rurales en el 2003 y pondrá en marcha un programa empresarial intersectorial para ellos en el 2004.

    Otro elemento de impacto será la implementación de las acciones consideradas en el Plan de Lucha Contra la Pobreza, denominado "Vida Nueva", que permitirá generar las condiciones precisas para que los movilizados encuentren otros nichos tanto de empleo como de establecimiento de microempresas. Entre las acciones que coadyuvarían en esta dirección, están:

    Otra de las formas de hacer frente a los desafíos que enfrenta el país en el tema agropecuario, consiste en promover el fortalecimiento del desarrollo rural. Este fortalecimiento se reflejará en un incremento del nivel de bienestar de la población rural por medio de la acción integrada de las instituciones públicas, para estimular la creación de organizaciones de productores con orientación autogestionaria. Adicionalmente, se desarrollarán 60 proyectos de conglomerados empresariales en asentamientos campesinos, en el marco de programas de reconversión productiva.

    Se continuará con el programa de adquisición y adjudicación de tierras a familias rurales, para el establecimiento de asentamientos campesinos. Para el período 2002-2005, se espera adquirir y distribuir 11.822 hectáreas, con una inversión de ¢9.300 millones, posibilitando mejorar las condiciones socieconómicas de un mayor número de familias propietarias de tierras. Sin embargo, se espera ir más allá de la adjudicación, otorgando 11.954 títulos de propiedad necesarios (6.411 títulos en asentamientos y 5.543 en reservas nacionales) de acuerdo con las leyes pertinentes.

    Asimismo, se invertirán ¢10.300 millones para mejorar la infraestructura vial y comunal y propiciar con ello el desarrollo socioeconómico en los asentamientos campesinos.

    Otro de los temas de suma relevancia es el relacionado con la seguridad alimentaria, cuyo impulso se logrará mediante una producción competitiva de alimentos y en concordancia con la declaración de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años después (Roma, junio 2002). La política de seguridad alimentaria y nutricional considerará medidas para aumentar la productividad agrícola, la producción y distribución de alimentos, los intereses de los consumidores, así como la introducción de actividades productivas con mayor valor agregado y mejores sistemas de comercialización. Se impulsará una estrategia de seguridad alimentaria, teniendo como prioridad la producción local, bajo criterios de disponibilidad física y económica, estabilidad, acceso y utilización de alimentos, fomentando las actividades tradicionales de la dieta costarricense con niveles crecientes de productividad y competitividad.

    La revalorización de las actividades agropecuarias y del medio rural tomarán en consideración su importancia económica, social y ambiental, así como su contribución cultural a la identidad nacional. Por lo tanto, se promoverá su reconversión con sentido de agrocadena, a fin de lograr su competitividad en los ámbitos interno y externo, procurando mejorar el nivel de vida para los pobladores rurales. Para cumplir con estos propósitos se hace necesario unir esfuerzos entre las instituciones especializadas en la actividad productiva, instituciones centralizadas del Sector Agropecuario y organizaciones de productores y productoras.

    El sector cafetalero mundial atraviesa una crisis sin precedentes desde los últimos 20 años. Los precios se han contraído en gran medida hasta ubicarse en la actualidad en unos $50 el saco.  El exceso de la producción mundial, en relación con el consumo de café, aumentó considerablemente el nivel de existencias en los últimos cuatro años, situación que determinó un significativo descenso en los precios internacionales y su aporte al producto agropecuario en el 2001 fue del 11,8%, es decir, siete puntos porcentuales menos del nivel obtenido en 1991, mientras que las exportaciones han caído en más de $100 millones en relación con el período en referencia, con las evidentes repercusiones en los países que dependen en gran medida de esta actividad como fuente de divisas y empleo. Por la situación anteriormente mencionada, en necesario realizar las siguientes acciones:

    El mercado internacional del banano también presenta problemas de saturación de la oferta, especialmente por la situación económica que atraviesa Ecuador, primer productor del mundo, lo que ha provocado una caída en el precio, aunque no tan severa como en el caso del café. El problema del precio del banano se vio precipitado por el anuncio que dio la Unión Europea sobre la ruptura del sistema de cuotas existente. Esta decisión de la Unión Europea de implantar, en un principio, un nuevo sistema basado en la compra del banano de acuerdo con quien lo ofreciera primero, llamado "primer llegado, primer servido", provocó que el mercado reaccionara con una baja en el precio nacional hacia finales del año 2000, esto compensó el aumento que se había producido a inicios de este mismo año, lo cual favorecía ampliamente el ingreso del banano costarricense a esa región. Sin embargo, a pesar de que la Unión Europea decidió abandonar esta idea, en Costa Rica las exportaciones de banano cayeron por la disminución de las compras de las compañías transnacionales a los productores independientes, ante la menor expectativa de ventas en los mercados internacionales. En el año 2000, Costa Rica pasó de exportar 115 millones de cajas de banano a 102 millones, lo que representó una disminución de un poco más de US $100 millones en divisas.

    A pesar de que la actividad bananera ha venido sufriendo los problemas mencionados, las exportaciones rondan los $500 millones, que continúa siendo una cifra nada despreciable; las hectáreas cultivadas al 2001 se ubican en las 44 mil, 11 mil más que las existentes en 1991, implicando un aumento en la empleabilidad del sector para los años en referencia de 7.400 nuevos puestos de trabajo; sin embargo, sus exportaciones respecto al total cayeron al 100%, al ubicarse en un 10%, mientras que en 1991 fueron de un 20%, este descenso se explica con el ingreso en el sector exportador de Intel. Por ello se propone:

    Actualmente, el mercado internacional del azúcar está altamente distorsionado, especialmente por los subsidios en la Unión Europea y los Estados Unidos, los altos grados de protección arancelaria y las bajas cargas sociales en otros países competidores.

    Con el fin de paliar los efectos de un mercado internacional distorsionado con bajos precios, el subsector azucarero propone las siguientes acciones estratégicas:

    La ganadería bovina debe visualizarse dentro de un contexto de sostenibilidad, promoviendo el rescate del hato nacional mediante la recuperación de hembras destinadas a la matanza y con capacidad reproductiva. Por consiguiente, es necesario implementar las siguientes acciones:

    La comercialización y el procesamiento de los productos pesqueros es parte esencial de la eficiencia de este subsector, ya que estos inciden no solo en el abastecimiento al mercado nacional e internacional, sino también en el valor agregado de la producción y en la rentabilidad de los pescadores y las empresas. Por lo anterior, se llevarán acabo las siguientes acciones:

    Respecto al frijol se propone:

    Respecto a arroz se llevarán a cabo las siguientes acciones:

    A este respecto se propone:

 

 

1/ A diciembre de 2001, habían inscritos 7 procesadores, 3.019 productores, 16 inspectores y 90 productores en transición, café, banano, mango, caña de azúcar, naranja, hortalizas, cacao, plantas medicinales, mora y piña, son algunos de los productos certificados en las 9.000 ha. cultivadas orgánicamente en el país.
2/ Se refiere al accionar de cada uno de los actores que intervienen en el proceso de producción y comercialización. Incorporando a productores, comercializadores, industrializadores y consumidores.
3/ Tales como la Organización Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria (OIRSA), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y la Organización de las Naciones Unidades para la Agricultura y la Alimentación (FAO)

 

 

               


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