Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional
Diagnóstico

 

Relaciones exteriores1/ 

    Nuestro país se ha distinguido por un profundo respeto a la democracia, a la paz, al desarrollo sostenible en armonía con el ambiente, a la dignidad de la persona, su libertad y sus derechos. Costa Rica es un país que se inserta en el mundo con un gran respeto a la soberanía de los naciones y a los principios de derecho internacional y confía en la paz y en la defensa de sus derechos por medio de los mecanismos de diálogo bilateral y del derecho internacional y de las instituciones que le dan vigencia. Estos pilares no solo conforman las bases jurídicas en la construcción de nuestra sociedad sino que también se tornan en los fundamentos que seguirán alimentando su política exterior.

    Los principios de libertad, igualdad, solidaridad, reciprocidad, pluralismo político y paz propugnados durante nuestra historia, se han materializado mediante acciones concretas y decisiones jurídicas como la abolición de la pena de muerte en 1882, la obligatoriedad y gratuidad de la instrucción primaria para ambos ciclos, establecida en la Constitución de 1869; la abolición del ejército en 1949; la obtención del Premio Nobel de la Paz en 1987; así como que desde 1975 un 24,5% del territorio nacional esté destinado a áreas protegidas para la conservación del capital natural y que en el 5% de la biodiversidad esté representado más de medio millón de especies, identificados mediante estudios realizados de 1938 a la fecha.2/

    Recientemente, las leyes sobre la promoción de la igualdad social de la mujer y contra la violencia doméstica, han venido a garantizar la participación política y social de la mujer y su protección contra los abusos. A partir de la aprobación de la Convención sobre los derechos del niño de las Naciones Unidas, en 1990, nuestro país propició una legislación integral al adecuarla al nuevo paradigma de los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos y no como receptores pasivos de protección. El Código de la niñez y la adolescencia, de 1998, y la reciente Ley de paternidad responsable de 2001, garantizan el respeto y atención de dicho paradigma universal.

    En el campo internacional, dentro de la política exterior, Costa Rica además de ser un país aliado y convencido de la participación ciudadana, la responsabilidad solidaria, la integración regional, el Principio Precautorio y el Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas, ha reafirmado, desde 1992, su compromiso con el desarrollo sostenible en temas como Río 92, la Agenda XXI, la Declaración de Río, las Convenciones de Cambio Climático y Biodiversidad, los Principios de no destrucción de los bosques primarios; así como la no explotación de la minería de oro a cielo abierto.3/ y el reto de convertir la globalización económica en un modelo ético y humanista de globalización del desarrollo sostenible y de internacionalización de la justicia en el comercio, contra la corrupción, las relaciones internacionales, el acceso a tecnologías, las relaciones laborales y en la relación del ser humano con la naturaleza.

    En relación con los procesos de integración regional como plataforma para la inserción competitiva del país en el contexto mundial, es necesario enmarcar estos procesos en el contexto histórico, pues las múltiples asimetrías del istmo centroamericano han descansado en las diferencias de desarrollo relativo de unos países respecto a otros; como consecuencia, estas han desarticulado el funcionamiento social, político, cultural, económico y ambiental como región. Esas asimetrías se han constituido ocasionalmente en obstáculos que implican desafíos para la integración, la cooperación y el desarrollo sostenible regional.

    Los nuevos gobiernos nacionales, surgidos en la segunda mitad de la década de los noventa, disminuyeron el interés por la integración regional y enfatizan el interés en acciones bilaterales. Las experiencias de integración regional se redujeron a una simple sumatoria de esfuerzos integracionistas de muy diversos signos (gubernamentales, empresariales, de la sociedad civil, de los organismos internacionales, etc.) que no han generado un proceso articulado de integración, puesto que no obedeció a una estrategia coherente y visionaria. Asimismo, los gobiernos nacionales no han estado dispuestos a complementar sus agendas nacionales con una centroamericana.

    Por otra parte, una compleja red de organizaciones de la sociedad civil, tanto a nivel nacional como regional, emergía con mayor dinamismo y presencia. Esto desarrolló agendas propias de integración, especialmente en los campos social, económico y ambiental y se convirtieron en interlocutoras de los gobiernos y las instituciones de integración a nivel centroamericano. No obstante, tales organizaciones mostraron debilidades en su representatividad y en la capacidad propositiva y perdurabilidad.

    Pese a lo anterior, Costa Rica en su búsqueda de consolidación de las relaciones internacionales en los temas de comercio y desarrollo sostenible, ha desarrollado especiales esfuerzos de integración global; los resultados han sido muy positivos y están vinculados con la promoción de la integración con otros mercados mediante la afiliación del país a la Organización Mundial del Comercio, así como con una política de apertura con otros gobiernos por medio del ALCA y los tratados de libre comercio en curso. En el nivel regional centroamericano, el apoyo a los procesos de integración se fundamenta en una estrategia de fortalecimiento de la base estructural de la integración, la cual promueve la revitalización de los mecanismos, instancias y procedimientos vigentes, a fin de promover la eficiencia y eficacia de su gestión.

    La práctica también nos ha demostrado que el tema de la integración no es un asunto exclusivo de los gobiernos sino también de la sociedad, por lo que los esfuerzos de integración, cooperación y desarrollo deberán de enmarcarse dentro de una estrategia definida y aprobada en forma intersegmental, la cual deberá ser participativa, práctica, útil y con un sentido de compromiso y aporte hacia la inserción competitiva del país en el mundo.

    A pesar de los problemas surgidos durante los intentos de integración regional, Costa Rica reconoce profundamente la necesidad de integrarnos como región, para esto se plantea como reto principal contribuir a la revitalización de una estrategia de integración ligada a la base estructural y basada en metas claras, mediante la redefinición de procedimientos, mecanismos, instancias, gastos y metas de acción y con el propósito de promover procesos de integración más eficientes y eficaces que los actuales.

    Respecto a la promoción del desarrollo nacional y regional, en el marco de las nuevas orientaciones universales, es condición fundamental promover el fortalecimiento de la capacidad de gestión de nuestro Servicio Interno y Exterior, con el fin de que se promuevan procesos de coordinación, planificación y negociación de las acciones estratégicas de desarrollo vinculados con la neutralización de amenazas internas y externas; así como la promoción de las fortalezas y la apertura de las oportunidades que brinda el país, como un espacio de estabilidad socio-política y económica. Asimismo, deben promoverse oportunidades para la inversión amparadas en una legislación de primer orden, con amplios incentivos fiscales para la producción de bienes y servicios tradicionales y diferenciados de primera calidad y amigables con el ambiente. También, se debe promover el liderazgo en el campo del ecoturismo y ofrecer importantes ofertas en turismo, salud y cultura, todo con una amplia disponibilidad de recursos humanos altamente calificados.

El desafío principal de las relaciones exteriores de Costa Rica es posicionar el país como potencia ecológica, defensora y promotora de los derechos humanos, la paz, la libertad, el desarme, la democracia y lucha contra la tortura; no obstante, esto implica el desarrollo de capacidades, mecanismos e instancias de promoción externa que permitan promover las capacidades y potencialidades nacionales, con el fin de maximizar los beneficios económicos, sociales y ambientales y enfatizar el diseño y ejecución de programas orientados a la apertura de mercados externos para la producción nacional de bienes y servicios. Lo anterior para los productos que forman parte de alianzas estratégicas comerciales y convenios regionales, cuya finalidad es promover el capital humano y natural como fuentes de competitividad del país.

Cooperación internacional

    A partir de 1990 los recursos de cooperación internacional, en especial la cooperación técnica recibidos por el país, han evidenciado una constante tendencia decreciente, con un pequeño repunte en el año 1998 que apenas ha sobrepasando la mitad de los niveles alcanzados a inicios de la década. El siguiente gráfico muestra esa información.

GRAFICO 1

Fuente: MIDEPLAN y Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 2002

    Según un estudio realizado por las Naciones Unidas4/, Costa Rica experimentó una tasa de decrecimiento de un 17,65% en la década de los noventa, si la comparamos con la tasa de decrecimiento a nivel mundial en ese mismo período, un 5,33%, se puede notar un mayor abismo a nivel nacional.

    Esta situación se puede entender por distintos factores como el índice de desarrollo humano alcanzado por el país, lo cual lo ubica en un nivel superior de desarrollo relativo. Lo anterior de debe a coyunturas geopolíticas que promueven la cooperación internacional hacia otras zonas geográficas de menor desarrollo, tanto dentro de América Latina como hacia otras regiones del mundo; así como a una mayor presión y control ciudadano a lo interno de los países que brindan cooperación al desarrollo y por la imposibilidad de la mayor parte de los países desarrollados respecto al compromiso de destinar un 0,7% del PIB para la cooperación al desarrollo.

    En términos de recursos oficiales recibidos por Costa Rica (sin considerar los recursos aportados o canalizados por los Organismos no Gubernamentales ONG’s), en 1990 por concepto de cooperación técnica se recibieron US$ 204,9 millones, mientras que en el año 2001 solamente se recibieron US$ 57,9 millones, para una disminución del 28,3% entre ambos períodos.

    Ahora bien, si comparamos las últimas seis Administraciones se puede observar el comportamiento de la cooperación total (financiera y técnica), en donde el vértice mayor fue durante la Administración Arias Sánchez (1986-1990). A partir del año 1990 los montos de cooperación recibidos por el país han venido decreciendo hasta mantenerse prácticamente en los mismos niveles en las dos últimas Administraciones (Figueres Olsen y Rodríguez Echeverría). En la década de los ochenta el monto total de cooperación internacional aprobado para el país fue de US$ 3.635,1 millones, mientras que en la década de los noventa descendió a US$ 2.630,2 millones (72,3% menos entre una década y otra).

GRAFICO 2

Fuente: MIDEPLAN, 2002

                                                      

    Si consideramos solamente la Administración Rodríguez Echeverría (1998-2002), el monto total de cooperación aprobada (financiera y técnica) fue de US$ 843,5 millones, de los cuales US$260,2 millones correspondieron a cooperación técnica.

    En ese período los principales socios del país a nivel bilateral fueron la República de China en Taiwán, Estados Unidos de América, España, Alemania, Países Bajos, Corea, Japón, Suecia y Canadá. Mientras tanto, a nivel multilateral los recursos fueron aportados, en su mayor porcentaje, por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Unión Europea (UE), la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y la Organización de Estados Americanos (OEA), entre otros.

    Los recursos de cooperación técnica recibidos por Costa Rica en los últimos cuatro años, apoyaron fundamentalmente a sectores como: Infraestructura (22,4%), Medio Ambiente (22,0%), Agropecuario (13,8%), Desarrollo Local (4,5%), Educación (4,2%), Salud (3,2%), Seguridad (2,6%) y Turismo (2,2%). Estos datos se observan en el siguiente gráfico.

GRAFICO 3

Fuente: MIDEPLAN y Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 2002

                                                       

    El proceso de negociación de la cooperación internacional ha adolecido de sistematización, coherencia, orden y visión estratégica, puesto que no ha obedecido necesariamente a un marco que articule y oriente las necesidades y prioridades nacionales dentro de un Plan Nacional de Desarrollo; así como con la oferta disponible y el potencial, por parte de las fuentes externas de cooperación, que garantice la focalización adecuada de los recursos que se le asignan al país, para las áreas que requieren transferencia tecnológica, intercambio de conocimientos y experiencias y apoyo financiero.

    Respecto de las posibilidades de acceso a los recursos de cooperación internacional, especialmente de asistencia técnica, las últimas dos décadas han constituido un período poco efectivo para el país y para el mundo en vías de desarrollo, si se compara con otros períodos de la historia en los que las condiciones coyunturales eran propicias para la atracción de recursos. No obstante, las lecciones aprendidas deben funcionar como incentivos para asumir una posición dinámica, innovadora, facilitadora, negociadora en nuestra gestión, con el fin de promover nuestras capacidades y para fortalecer iniciativas de desarrollo en otros países, así como para captar una oferta efectiva de cooperación internacional.

    En el caso de Costa Rica, el desafío de la cooperación internacional como instrumento de soporte que complemente los esfuerzos nacionales y regionales para promover la integración y el desarrollo mediante el intercambio, adaptación y transferencia recíproca de conocimientos, experiencias y tecnologías y sobre la base de los ejes estratégicos contemplados en el Plan Nacional de Desarrollo, exige un esfuerzo mancomunado y responsable que permita, como país, combinar los intereses del desarrollo con los principios y valores propugnados a lo largo de nuestra historia y que están arraigados en los fundamentos de nuestro sistema de vida y que representan la base de nuestra política exterior.

 

1/ Extractos tomados del artículo "Los derechos humanos en la política exterior costarricense". Revista Costarricense de Política Exterior". Vol. I, Número 1, mayo 2001.
2/ Obando Acuña, Vilma. Biodiversidad en Costa Rica, pág 17, año 2002
3/ Discurso del Señor Presidente de Costa Rica, Dr. Abel Pacheco , Cumbre de la Tierra, Johannesburgo, setiembre, 2002
4/ Fuente: "We the peoples", The rol of the UNDP in the 21th. Century, Informe de Koffi Annan, 2000.

   

 


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