Empleo y salarios
Diagnóstico

    La fuerza de trabajo del país está conformada por un contingente de población de 1.653.321 personas, de las cuales el 93,9% están ocupadas y el 6,1% se encuentra en condición de desempleo, según datos del año 2001.

    En la distribución por sexo, la fuerza de trabajo está constituida por el 64,6% de hombres y un 35,4% de mujeres. Según grupos de edad, el 69,29% se ubica en el rango de 25 a 59 años y un 25,3% en el rango de 12 a 24 años; éstos son los grupos más importantes en términos cuantitativos.

    Durante el período 2000-2001 se crearon 97.268 nuevos puestos de trabajo, con lo cual se experimentó un crecimiento de un 6,7% respecto del año anterior; no obstante lo positivo de esta situación, para ese mismo período la fuerza de trabajo creció en un 7,7%, lo que revela desigualdad en el ritmo de crecimiento entre la demanda y la oferta laborales.

    Con respecto a la composición de esta población según categoría ocupacional, el 68,8% son trabajadores asalariados, un 7,9% patronos, un 20,4 trabajadores por cuenta propia y un 2,9% trabajadores no remunerados.

    Atendiendo la distribución por rama de actividad, para el año 2001 un alto porcentaje de la población trabajadora se ubicó en la industria manufacturera (17,8%); en el comercio y la reparación, un 14,9%, y en la agricultura y ganadería, un 13,0%. Si se amplía esta última categoría a agricultura, caza, silvicultura y pesca, se observa un descenso en el nivel de absorción de fuerzas de trabajo, pues en representó un 15,6%, mientras que en 1997, por ejemplo, ese sector absorbió un 20,6% de la población trabajadora.

    En el año 2001 la población desocupada llegó a 100.397 personas, y la tasa nacional de desempleo abierto fue de un 6,1, lo cual representó un incremento con respecto a la tasa correspondiente al año anterior (5,2). Este indicador muestra un comportamiento diferenciado para distintas regiones del país, pues en ese mismo año las regiones Brunca y Pacífico Central presentaron tasas mayores que la nacional: 7,1 y 6,9, respectivamente; mientras que la región Huetar Norte mostró una tasa de desempleo abierto considerablemente menor que la nacional:3,0.

    También son significativas las diferencias que este indicador presenta para la población según sexo: en 2001 fue de un 5,2 para la población masculina y de un 7,6 para la población femenina.

    Respecto de los grupos de edad, este indicador señala que la población joven es la más afectada, pues en 2001, entre las personas de 12 a 24 años la tasa de desempleo abierto fue de un 13,3.

    Por otra parte, el indicador de subempleo visible se refiere al problema que afecta a la población ocupada que labora menos de un total de cuarenta y siete horas semanales y tiene disposición para una jornada mayor. En 2001 el contingente de población ocupada con subempleo visible fue de 138.705 personas, lo cual representa una tasa nacional de subempleo visible de 4,3, levemente mayor que la correspondiente al año 2000 (4,0).

    En relación con este indicador, son muy significativas las diferencias regionales. En el año 2001, la región Brunca presentó una tasa de subempleo visible de 8,9, mientras que las regiones Chorotega y Pacífico Central también presentaron tasas de subempleo visible considerablemente más elevadas que la nacional (6,9 en ambas regiones). Este indicador revela que el problema del subempleo visible es de mayor dimensión en la población ocupada femenina, pues para este último año la tasa alcanzó un 5,5. En las regiones Pacífico Central y Brunca la tasa de subempleo visible en la población femenina alcanzó un 10,5.

    Con respecto a la rama de actividad, la agricultura y la ganadería muestran un mayor nivel de subempleo visible:un 28,9% de la población ocupada en esas actividades en el año 2001.

    Además, el indicador de subempleo invisible refleja la población ocupada que labora regularmente cuarenta y siete horas o más por semana y tiene un ingreso promedio mensual inferior al salario mínimo. En 2001 esta población llegó a 182.193 personas, que equivale a una tasa nacional de subempleo invisible de 3,3, lo cual evidencia que el problema se mantuvo estable con respecto al año anterior, pues esa misma fue la tasa de subempleo invisible. Del total de personas en esta situación, un 29,8% (54.258 personas) labora en agricultura y ganadería.

    En 2001, las regiones Brunca, Chorotega y Huetar Atlántica presentaron tasas de subempleo invisible similares; 5,1; 5,0 y 5,0, respectivamente. El subempleo invisible afectó mayormente a la población ocupada masculina, que presentó una tasa de un 3,5.

    Con respecto a la subutilización total, este indicador integra la problemática planteada mediante los tres indicadores anteriores. Cabe destacar que la tasa de subutilización nacional total pasó de 12,5 en 2000, a 13,7 en 2001. Es notable la variación que muestra este indicador en la región Brunca en el periodo 2000-2001, pues la tasa de subutilización total pasó de 15,7 a 21,1.

    En cuanto a la subutilización total de la población ocupada nacional según sexo, en 2001 para la población masculina la tasa fue de 12,4, mientras que para la población femenina fue de 16,6.

    En 2001, el nivel de ingresos promedio para la población ocupada nacional (1.303.315 personas) correspondió a un total de 135.447 colones mensuales. Con respecto a este indicador, conviene destacar las siguientes diferencias:

    Ante este panorama, se concluye que la evolución de los ingresos, por un lado, y la ampliación y otras condiciones imperantes en el mercado de trabajo, por el otro, son los factores de mayor impacto en la reducción de la pobreza.

 

 

 

 

 

 

                     


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