Ciencia y tecnología
Diagnóstico

    En la actualidad vivimos la revolución del conocimiento, de esta manera los países que avancen en esa dirección son innovadores, tienen altos niveles de competitividad, adoptan rápidamente la tecnología y generan nuevas oportunidades de desarrollo que se revierten en mejor calidad de vida para sus habitantes. Sin embargo, para ser exitoso un país en la Economía Basada en el Conocimiento (EBC) son indispensables requisitos como:

    Las actividades de investigación y desarrollo tecnológico deben orientarse a promover el incremento de la productividad en renglones básicos y atender campos importantes del sector agropecuario; a la búsqueda de alternativas de tecnología apropiada para la industrialización de productos y subproductos primarios; a conocer la capacidad real y potencial de la alta tecnología; a identificar, promover y difundir el uso de fuentes de energía no convencional; a identificar y crear tecnología apropiada en nuevos materiales y manejo ambiental, entre otras. En ese sentido, Costa Rica debe continuar trabajando en forma coordinada con instituciones como el Centro de Gestión Tecnológica, el Centro de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y el Centro de Formación de Formadores y de Personal Técnico para el Desarrollo Industrial de Centroamérica (CEFOF), con el fin de impulsar el establecimiento de unidades para la capacitación empresarial, servicios de información técnica y de mercadeo y organizaciones de asesoría y consultoría que ayuden a las empresas en la labor de identificación de proyectos que promuevan su competitividad.

    De lo anterior se desprende la importancia de que el país continúe promoviendo el desarrollo el recurso humano, sustentado en la educación como pilar fundamental; para el sector Educación, el mandato constitucional estipula una inversión no inferior al 6% del PIB. En el año 2002 se destina un presupuesto del 6,8% del PIB, para un monto de ¢321.700 millones. El Ministerio de Educación (MEP) aporta el 91%, seguido por el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) con un 7,5%. Esta inversión en capital humano permite mejorar las técnicas de producción, incrementar la productividad y competitividad de los factores de producción y comercialización. A su vez, esta articulación de la educación, capacitación e investigación permite obtener resultados que mejoran constantemente los procesos de producción y en la generación de fuentes de empleo bien remuneradas, lo que eleva el nivel de vida de la sociedad.

    Pese a los esfuerzos que el país ha realizado en el área de educación e investigación, esta última sigue siendo muy baja en relación con lo invertido por los países desarrollados. Para Costa Rica se estima una cifra menor de un 0,37% del PIB, mientras que los países desarrollados destinan recursos financieros de hasta un 3% del PIB. Esto también se refleja en la generación de patentes, la cual es casi nula. Para lograr incrementar el flujo de recursos financieros hacia la CyT, concretamente para la inversión en I&D, el país esta realizando gestiones para la atracción de recursos externos, complementados con acciones de fomento de fondos de capital de riesgo y otros mecanismos financieros

    Otro elemento que nos indica la necesidad de continuar y profundizar esfuerzos, es lo relacionado con la posición del país en cuanto al índice de competitividad para el año 2001, elaborado por INCAE, según estos datos, de los 75 países que incluyen la muestra Costa Rica ocupa el lugar 61 en investigación y desarrollo tecnológico. Aunado a lo anterior, es poco el porcentaje de profesionales dedicados a la investigación y al desarrollo tecnológico, 1.03 investigadores por cada mil costarricenses; a diferencia de un país pequeño como Uruguay cuyo indicador es del 1,8 o un país grande como Argentina con un 2,5.

    Con el objetivo de revertir el panorama anterior y a pesar de la limitación de recursos financieros, el país ha realizado esfuerzos para potenciar de forma exponencial el desarrollo de la CyT. Con ese fin da mayor énfasis al desarrollo de las nuevas tecnologías como computación, informática, telemática, electrónica y microelectrónica, biotecnología, metalmecánica fina, robótica y automatización, todas aplicadas a los procesos de producción y al área de los servicios especializados. Además, se brinda apoyo a los nuevos programas en colegios técnicos, INA y universidades, a fin de formar empresarios y mediante becas, capacitación, premios a la excelencia se ha fortalecido el programa de incentivos a los investigadores y a las empresas de base tecnológica. Paralelamente, también funcionan diversos programas de financiamiento como el Fondo de Incentivos y Fondos Concursables, los cuales son un instrumento de financiamiento para promover, fortalecer y desarrollar la investigación, la innovación tecnológica, el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología, la cultura científica y tecnológica y el programa de becas y tienen como fin facilitar recursos para desarrollo de proyectos, investigación y capacitación del recurso humano al más alto nivel, principalmente en universidades del exterior.

 

 

                   


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