Armonía con el ambiente
Retos y resumen de políticas y acciones estratégicas

   

button_a2.gif (1701 bytes) Retos
     
button_a2.gif (1701 bytes) Resumen de políticas y acciones estratégicas
   

 

Retos

Los desafíos ambientales, para el corto y mediano plazos, están planteados en este capítulo para cada una de las agendas ambientales:

Agenda Verde

Agenda Azul

Agenda Café

Agenda Gris

Resumen de políticas y acciones estratégicas

    Ante la problemática expuesta y los retos ambientales que debe asumir el país, la presente Administración propone, como parte del Plan Nacional de Desarrollo, las siguientes respuestas ambientales de diferente índole, donde tienen responsabilidad el Estado, las organizaciones no gubernamentales y la sociedad en general. De esta forma, se abre una ventana a través de la cual se podría ver el futuro y sentar las bases para la planificación y ejecución armoniosa de las políticas de gestión ambiental.

    La temática ambiental es por naturaleza intersectorial; consecuentemente, en la definición de políticas no puede participar únicamente un sector del Estado. Hay muchas instituciones públicas relacionadas, que de una manera u otra (como definidores de política o como prestadores de servicios) deben estar involucradas en las diferentes fases de la implementación de la política ambiental. Por ello, la acción gubernamental en este campo, debe ser respaldada al más alto nivel; se requiere una reflexión sobre el papel del Estado costarricense en el cumplimiento del precepto constitucional que establece el derecho a un medio ambiente sano.

    Lo anterior implica la necesidad de reposicionar el tema ambiental en la estructura de los valores sociales y así deberá reflejarse en la asignación de recursos financieros, humanos, materiales y logísticos; pero lo más importante será partir de una visión compartida de parte de las más altas autoridades del país.

    Una de nuestras principales metas durante la presente Administración, consistirá en retomar el concepto de la gestión pública ambiental responsable y compartida, a través de cuya operativización se pueda consolidar el Consejo Nacional Ambiental y una red de relaciones interinstitucionales fundadas en el compromiso nacional, evitando los roces y las discusiones por competencias específicas en el nivel operativo, y con la más amplia participación de los sectores sociales y productivos del país, en forma responsable.

    Se tendrá como norte la construcción de una estrategia nacional de gestión ambiental de largo plazo, que le permita a este tema posicionarse en la agenda política nacional, más allá de los plazos constitucionales de gestión del Gobierno. Existe el convencimiento de que esta será la única manera de enfrentar los retos que nos plantea el presente, desde una perspectiva de Estado y a partir de las demandas de la sociedad costarricense.

Gobernabilidad Institucional Ambiental (Fortalecimiento Institucional)

    La gobernabilidad institucional ambiental debe entenderse como la capacidad de la Administración Pública para atender y satisfacer las necesidades nacionales derivadas de las demandas por mejores condiciones ambientales, sin menoscabar las oportunidades de desarrollo del país, con miras al mejoramiento continuo de la calidad de vida. Por tanto, se vincula directamente con el concepto de desarrollo humano sostenible. La gobernabilidad institucional ambiental, desde esta perspectiva, se relaciona con la definición o redefinición, si fuese del caso, del papel de las diferentes instituciones públicas en la provisión de servicios a la sociedad.

    La gobernabilidad institucional ambiental debe partir del reconocimiento del papel de rectoría y liderazgo que le corresponde al MINAE conforme a su marco legal, pero no estar limitado a ello. El papel de rectoría debe complementarse con la prestación de servicios a nivel operativo, y en ello son muchas las entidades involucradas, lo que nos lleva a la necesidad de un replanteamiento responsable y con visión de interés nacional, de las competencias y responsabilidades de las diferentes entidades públicas, para iniciar un proceso de gestión pública ambiental responsable, que integre y proporcione los espacios para concretar la declaratoria de paz a la naturaleza.

    La participación activa, transparente y responsable de los diferentes sectores productivos y sociales nacionales, es condición sine qua non para crear las condiciones de viabilidad que la política requiere. Lo contrario nos puede llevar a situaciones de confrontación social que en nada benefician al país. Lo social, lo económico y lo ambiental deben recuperar las sinergias necesarias para darle sentido, armonía y rigurosidad al concepto de desarrollo humano sostenible.

    La gestión ambiental en Costa Rica requiere un profundo cambio, no solo desde la perspectiva pública, sino también de la privada y la sociedad civil. El país ha avanzado significativamente en sus índices de desarrollo humano; sin embargo, uno de los aspectos que limitan ese crecimiento sostenido se refiere a las deficiencias que encontramos en los sistemas de gestión ambiental, entendidos desde una óptica estratégica y con un interés de país, más que puramente institucional.

    Para enfrentar los retos que se plantean en esta área, se requiere desarrollar acciones en los siguientes ámbitos:

Sostenibilidad de los Recursos, Bienes, Servicios y Elementos Ambientales (Las Agendas Temáticas)

    Se requiere un ejercicio que permita definir objetivos nacionales de manera que la gestión institucional no se concentre en los recursos tradicionalmente protegidos, sino que ofrezca un balance de las expectativas nacionales y plantee acciones concretas en aquellas áreas hasta ahora no atendidas lo suficiente.

    Nadie pone en duda los avances logrados en la consolidación de la "Agenda Verde", lo cual se refleja en el surgimiento de un sistema de áreas protegidas que son orgullo nacional, pero que demandan mayor fortalecimiento con sentido de sostenibilidad, pues no es el mismo nivel de avance que hemos logrado en otras áreas de preocupación institucional, como la llamada Agenda Azul y Café, con la Gris entre ambas.

    En la atención de las agendas temáticas (o áreas sustantivas) también aplica la necesidad de desarrollar y consolidar una visión intersectorial e interinstitucional, partiendo de una visión responsable y de la necesidad de ver hacia fuera y no hacia adentro de cada institución pública. Entonces, tanto a nivel de planificación como de ejecución, la concertación y búsqueda de sinergias para obtener los mayores niveles de eficiencia, deben ser los elementos orientadores. Esto es particularmente urgente cuando la realidad fiscal del país impone mayores niveles de sacrificio en el gasto público.

Sostenibilidad de la Agenda Verde

Sostenibilidad de la Agenda Azul

  • Regular la conservación, el manejo integral y el uso racional del recurso hídrico, bajo un marco institucional que integre la perspectiva ecosistémica y sostenible.

  • El derecho de participación equitativa y responsable de los ciudadanos en la gestión del recurso hídrico, así como su deber de utilizarlo racionalmente y conservarlo.

  • El agua como derecho humano. El acceso al agua es un derecho humano en la medida que satisfaga las necesidades básicas del ser humano. El acceso al agua potable constituye un derecho humano inalienable.

  • Preferencia de uso del recurso hídrico. En virtud del destino natural y social del agua, el Estado se encuentra obligado a priorizar el uso para abastecimiento y consumo de poblaciones sobre cualquier otro posible, y deberá garantizar su existencia y velar por su eficiente manejo y precio justo. El interesado en el uso del recurso hídrico debe garantizar satisfacción de la demanda actual y futura para las poblaciones.

  • Gestión del agua. La gestión del agua y sobre todo las reglas de acceso a este recurso, deben regirse por un principio de eficiencia, equidad y solidaridad social e intergeneracional.

  • Valor económico y ambiental. Debe reconocerse el valor económico del agua que procede del costo de administrarla, protegerla, recuperarla y del reuso para el bienestar de todos. Con este valor se defiende una correcta apreciación del recurso, que se manifiesta en conductas de ahorro y protección por parte de los usuarios.

  • Unidad de planificación. La gestión del recurso hídrico debe ser integrada, descentralizada (regionalizada) y participativa, partiendo de la cuenca hidrográfica como unidad de planificación y gestión.

  • Fuentes renovables de energía. Es de suma importancia la promoción de fuentes energéticas renovables alternativas que reduzcan o eliminen el impacto de esta actividad sobre el recurso hídrico.

  • Manejo del recurso hídrico. El manejo del recurso hídrico, incluidos su conservación y uso, debe estar en función de su disponibilidad en calidad y cantidad, con un enfoque ecosistémico. Debe reconocerse la función ecológica del agua como fuente de vida y sobrevivencia de todas las especies y ecosistemas que dependen de ella.

  • Preventivo. Las acciones de gestión y la toma de decisiones en relación con el uso del agua deberán estar orientadas a procurar el menor daño posible. En caso de daño eventual o inminente al recurso hídrico y demás componentes esenciales del régimen hidrológico, la autoridad competente deberá ordenar las medidas preventivas y correctivas que sean necesarias para evitar su prolongación o un daño mayor. Las medidas pertinentes serán de acatamiento obligatorio tanto para la persona física o jurídica privada, nacional o internacional, así como para las instituciones públicas.

  • Precautorio. En caso de duda o ausencia de certeza científica, de que las actividades humanas afectarán significativamente el régimen hidrológico y sus componentes esenciales, por uso directo del agua, la autoridad competente deberá denegar, condicionar o limitar el uso o manejo del recurso hídrico o dichos componentes.

  • Internalización de las externalidades negativas de la contaminación. Quien contamina debe asumir y compensar los costos ambientales y sociales, actuales y potenciales.

  • Participación ciudadana. El desarrollo y la gestión del agua deben basarse en un enfoque participativo que involucre a los usuarios, planificadores y tomadores de decisión a todos los niveles. En relación con las comunidades, el Estado debe asegurar la participación y consulta, en la toma de decisiones públicas en materia de conservación, manejo y uso del recurso.

Sostenibilidad de la Agenda Café

Sostenibilidad de la Agenda Gris

Energía

    Indudablemente lo que ocurra en el campo energético afecta en forma directa las variables ambiente, sociedad y economía. Por ello, en los siguientes apartados se describe la problemática energética nacional, así como las acciones estratégicas más relevantes del sector, para enfrentar los retos futuros, con un énfasis en la correlación existente entre la variable energía y la variable ambiente.

Para lograr el objetivo fundamental, el Plan propone las siguientes estrategias que servirán de guía para delinear las acciones por impulsar:

 

1/ Dicho Órgano tendrá las siguientes características: carácter consultivo y asesor en la formulación de políticas; desconcentración máxima con personería jurídica instrumental; e integrado por: MINSALUD, MINAE, AYA, MEIC, MAG, ICE, SENARA, ARESEP.
2/ MINAE, Dirección Sectorial de Energía. IV Plan Nacional de Energía 2002-2016.

 


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